Policías acusados de robar y vender cientos de motos secuestradas en operativos de Tránsito

Esto sucedió en La Banda, Santiago del Estero.

Dos efectivos policiales que prestaban servicios en la División Seguridad Vial de La Banda, Santiago del Estero, fueron detenidos junto a otras dos personas el miércoles durante varios allanamientos relacionados al faltante de vehículos que habían sido previamente secuestrados en diferentes operativos y causas.

Según consigna el medio local El Liberal, la investigación habría comenzado cuando una mujer se presentó en sede policial y denunció que su rodado (secuestrado en un operativo) había «desaparecido» desde la mencionada repartición.

A la causa se le sumó una denuncia realizada por la propia policía, cuando realizó un registro y detectó que desde el playón del organismo faltaban más de un centenar de rodados, la mayoría secuestrados durante la pandemia.

Con orden del juez de Control y Garantías de La Banda, Dr. José Luis Torrelio, los efectivos de la División Robos y Hurtos Banda requisaron tres domicilios, uno en el Bº Almirante Brown de ciudad Capital y otros dos en los barrios Villa Nueva y Villa Juana. Allí, los funcionarios apresaron al oficial Pablo Gonzalo Pineda; a su colega la cabo Vanesa Verónica Elías, al novio de esta última Leandro Sequeira; y a un conocido delincuente identificado como «Guenguen» Elías, primo de la mujer.

A los detenidos se le secuestraron además sus teléfonos celulares y decenas de motocicletas, algunas de ellas desmanteladas, que estaban en las viviendas registradas.

El Dr. Hugo Herrera, quien está a cargo de la investigación, habría ordenado que todos sean alojados en distintas dependencias. En la jornada de hoy los funcionarios de la policía, que actualmente cumplían funciones en otras dependencias, serán indagados, acusado por ahora del delito de robo en perjuicio de la administración pública e incumplimiento del deber de funcionario público.

Según se supo, no se descartan operativos y nuevas detenciones en las próximas horas.

Aparentemente, cada uno de los implicados tendría un rol definido en el ilícito, por lo que la Justicia estaría analizando imputarle delitos contra la administración pública, no descartan que la acusación en contra de los uniformados llegue hasta la asociación ilícita.

Al parecer la cabo era el nexo entre su primo, su novio y el oficial de la policía. Los investigadores por estas horas buscan evidencias para establecer la “función” que cumplía cada uno de los cuatro detenidos hasta ahora.

Las robaban; las vendían o pedían plata a los dueños

De acuerdo a El Liberal, fuentes cercanas a la investigación policial les informaron que las pesquisas habrían establecido hasta el momento que los funcionarios públicos, supuestamente aprovechando su estadía en la mencionada dependencia, “desaparecían” los vehículos secuestrados bajo custodia. A su vez, habrían falsificado y adulterado documentación de la Dirección de Seguridad Vial con respecto a los rodados robados.

Tales vehículos tenían dos finalidades: algunos eran vendidos y otros entregados a sus dueños previo acuerdo de un “pago” de cierta cantidad de dinero. Un dato no menor y que estaría siendo minuciosamente investigado es que desde el playón faltarían vehículos que al parecer no habrían sido “sacados” por los sospechosos sino por personas particulares. Lo que llama la atención de los investigadores es que una persona particular pueda ingresar al predio sin ser advertido por los funcionarios que en ese momento se encontraban de guardia. Para ello también se analizas las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar.

Podrían ser miles los vehículos faltantes

En los operativos de pandemia se secuestraban diariamente cientos de vehículos; ya sea por incumplir con las medidas sanitarias de ese momento; por la falta de documentación o de los cascos protectores sus conductores.

Los vehículos secuestrados desde aquella época, sumados a los que secuestran diariamente, fueron llevados a la base de la División de Seguridad Vial, ubicada en el barrio Parque Industrial de La Banda, por lo que el número de rodados que debería haber allí rondaría a más de mil.

En este contexto, las pesquisas se centran en los libros de ingreso y egreso de vehículos que manejaba la propia dependencia. Ahora se deberá realizar un arqueo para cotejar si efectivamente los vehículos secuestrados se encuentran allí.

Fuente: El Liberal