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«Las Fotos de Emilio»

Nuevas fotografías de momentos y paisajes con leyendas de nuestro Tinogasta que se mantienen entre nosotros y ustedes queridos lectores. Publicación N° 153.

Seguimos avanzando el presente año, y como en cada entrega, continuamos ofreciendo este espacio en El Diaguita, para que muchos nos interioricemos del pasado tinogasteño a través de estas fotografías que nos llaman a la curiosidad de épocas ya vividas en la vida cotidiana de nuestro pueblo y que en muchos de los casos, dejaron sus huellas.

Van a encontrar aquí, instantes que tengan que ver con lo paisajístico, cultural, deportivo, social y aquellos amenos sobre reuniones de nuestra gente; recordando a muchos que ya no están y a otros tantos que, con el paso del tiempo, fueron cambiando y que dejan su huella por esta querida tierra que Amamos.

En nuevo año, aquí compartiremos otras tantas imágenes de una colección de momentos y lugares que ilustran la vida de años pasados de éste querido suelo ‘tinogasteño’, en la que ustedes también si lo desean, crearán su propio álbum o archivo de fotos inolvidables. Grandes recuerdos llenos de nostalgias en un recorrido fotográfico verdaderamente de Colección.

Un año más estamos agradecidos contigo estimado Profe por este gran y valioso aporte. Como lo venimos sosteniendo a lo largo de estos años.

¡Gracias Emilio! por compartir tú trabajo. Así de simple y sencillo. Así de “tan tinogasteño”.

LAS FOTOS DE EMILIO

En cuantas vendimias estuve presente..!! Ahí donde se pisaba la uva para recibir ese raro y oscuro embrujo que alegra a los hombres y los hace cantar, ahora me encuentro solo, abandonado y destruido. Lo poco que queda de un lagar en la «Isla» de Salado.

Cerro «El Fraile», insigne monte de Tinogasta, Atalaya del Valle del Abaucán. La leyenda nos cuenta que un fraile acompañaba a los conquistadores, el religioso era muy devoto de San Francisco de Asís y San Buenaventura, el fraile observó la sangrientas batallas contra Los Diaguitas y le pidió a una vieja india desaparecer de la vista de los capitanes. La anciana Diaguita al verlo arrepentido y pidiendo perdón a Dios; la anciana por un sendero secreto lo llevó al cerro sagrado estando ahí le dijo: «Esta montaña es sagrada para el país Diaguita, de su cumbre observamos toda la nación del Abaucán, en sus entrañas esconde grandes riquezas, anda y pídele a tu Dios que terminen con las crueles injusticias». Como penitencia, el fraile comenzó a escalar el cerro. Fue muy penosa la subida. Dios perdonó al fraile y a los conquistadores pero dejó un castigo, ya que no lo dejó llegar a su cumbre; el fraile pidió perdón por los capitanes vengativos, Dios los perdonó pero una gran voz resonó en todo el valle del Abaucán, Dios les dijo: «Te convertiré en piedra como a la India del Portezuelo, eternamente estarás a los pies del Gigante Dormido, a tu norte la cordillera se llamará San Buenaventura, cuidaras del tesoro mineral, nunca divisaras al San Francisco porque es más grande y santo que tu». El Cerro el Fraile, muestra la figura del sacerdote de rodillas rezando a Dios, el ayudará con sus oraciones a proteger a los más desprotegidos del Valle del Abaucán.

Tres vecinos. Según cuentan, eran tres ganadores y codiciados muchachos de la época:  ‘losho’ Carrizo, ‘chato’ Aybar y ‘picadillo’ Brizuela, al pie del busto del Padre de la Patria en la antigua plaza principal, año 1970.

 

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