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Dicen que por quinto año consecutivo disminuyó la venta de vinos catamarqueños

¿Cuál es el análisis del sector bodeguero sobre la situación? ¿Habrá repunte o empeorará en el año 2023?.

Las estadísticas indican que en vitivinicultura noviembre fue uno de los peores meses del 2022 y aseguran que los datos de diciembre no remontarían el balance anual. Las fuertes heladas de noviembre empeorarán la situación para el 2023.

Según las cifras publicadas en el informe mensual de Comercialización de Vinos en el Mercado Interno del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), los productos de Catamarca en noviembre de 2022 se vendieron un 55% menos en comparación del mismo mes del año pasado. La provincia quedó octava en el ranking de ventas en el mercado argentino.

Además, el informe reveló que el 54,3% del total de ventas corresponde a damajuanas y el 45,7% a botellas y que el 48,2% del total comercializado en el mercado interno fue vino regional, el 47,3% vino varietal y el 4,5% vino sin mención varietal.

Sin los datos del último mes de año, en 2022 se demandó un 20,6% menos del producto local que en 2021. Según bodegueros locales los datos de diciembre no remontarían el balance anual, lo que marcaría cinco años seguidos de caídas en las ventas.

Las pérdidas por la helada 

Las extrañas bajas temperaturas de principios de noviembre del año pasado, provocaron un daño irreversible en las viñas y en otros productos agrícolas de la zona. Carlos Moriconi, director regional del INTA Catamarca/La Rioja, comentó que a través de un estudio realizado por su institución, se llegó a la conclusión que en “se ha visto afectada casi el 30% de la producción de vid en Catamarca”.

Los departamentos del oeste han sido los más afectados por este fenómeno. El reconocido productor vitivinícola Juan Longo, mencionó que el problema de las ventas del vino catamarqueño para el 2023 se va a incrementar, debido a la mala temporada que se proyecta en el sector vitivinícola por las continuas heladas.

“En Santa María se ha perdido prácticamente todo, en Tinogasta y Fiambalá lo mismo. Este año si bien quedó un poco de uva, esa uva se va en consumo fresco y vendimia no vamos a tener” expresó.

Respecto a la parte económica, Longo reconoció que el problema es grave y que generará consecuencias también en los cosecheros. “Todo eso genera un movimiento económico en el departamento que este año se verá afectado. La poca uva que pueda llegar a quedar, que no es mucha, la vamos a tratar de hacer vino” cerró.

¿Cuál es el panorama a nivel nacional?

El INV señala que, durante el mes de noviembre de 2022, las operaciones alcanzaron un volumen de 669.656 hl, lo cual evidencia una disminución del 15,6% con respecto a igual mes del año anterior.

El 57,1% corresponde a vinos sin mención varietal, el 36,1% a varietales, el 6% a espumosos y el 0,8% a otros vinos (cóctel de vino, gasificado y especial).

Los vinos varietales aumentaron un 4% y otros vinos un 109%, mientras que disminuyeron los vinos sin mención varietal un 24,9% y los espumosos 19%, con respecto al mismo mes del año anterior.

Sin embargo, las ventas de vino acumuladas de enero a noviembre de 2022 alcanzan 7.700.328 hl, manifestando una suba del 0,9% respecto a igual período de 2021.

La participación de vinos sin mención varietal es del 61,9%; el 32,8% corresponde a varietales, 4,8% espumosos y 0,6% otros vinos.

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