Locales

Cuando los Reyes Magos no pudieron llegar a todos los hogares de Fiambalá

Nota de vecinos integrantes de "UVA"

Este seis de enero, como sabemos y es tradición ancestral en nuestro país, volvieron Los Reyes Magos, con toda la carga emocional y la esperanza que conllevan, fundamentalmente, para nuestros niños.

Los adultos fuimos niños alguna vez y no debemos olvidarnos lo que significaba poner el platito con pastito y otro con agua para los camellos de Melchor, Gaspar y Baltazar, sin ver la hora en que aparecía a lado de los platitos algún paquetito, aunque sea humilde (como en mi caso) pero que abrigaba siempre algún juguetito. Y lo más excitante: el pastito y el agua desaparecían porque los camellos saciaban su sed y hambre para seguir cargando a los tres bondadosos magos que debían repartir juguetitos a todos los niños del mundo.

¡Qué bien me sentía con toda esa magia, con la ilusión de recibir algo, simple, austero, hasta podría decir insignificante, pero que reflejaba el profundo amor de esos seres mágicos que no se olvidaban de mí. Como ustedes, con el tiempo me enteré, claro, y mi amor por Los Reyes Magos fue mayor, hasta convertirse en devota admiración. Porque Los Reyes Magos podían comprarme juguetitos gracias a que trabajaban, a que con el sudor de sus frentes ellos podían brindarme esa cuotita de alegría y fantasía que me cubría el alma de una fantasía algarabía, que aún hoy, al recordarla, me pone la piel de gallina.

Pero esta vez en Fiambalá, Departamento de Tinogasta, ha sido diferente, muchos Reyes Magos no pudieron arribar a todos los hogares de Fiambalá, por más que los niños pusieran pasto y agua en enormes recipientes y escribieran cartas atosigadas de ilusiones esperando el ansiado regalo.

Seguramente, que la mayoría de Los Reyes Magos algo dejaron en cada hogar, ingeniándoselas con lo que sea, con un trabajo extra, con un pequeño ahorro, pero…

Por increíble que parezca este DÍA DE LOS REYES MAGOS EN FIAMBALÁ y otras localidades del distrito homónimo, no fue el esperado…

Al contrario, el carruaje que arribara fue oscuro como tenebrosos los conductores que bajaron, llevando como regalo, LAS RESOLUCIONES MUNICIPALES 001/002/ 25, de fechas 02 y 03 de enero 2025,  mas sombrías todavía, dando de baja a más de SEISCIENTOS BECADOS (lee bien) y otros tantos más, hombres y mujeres, contratados, por parte de La Municipalidad de Fiambalá, amparándose en una Ordenanza Municipal. Se dice que los desafectados se acercarían al millar, algo catastrófico de ser así.

Lo increíble de todo es que lo hicieron sin previo aviso, entre los días jueves 2 y viernes 3 de enero 2025 ,(¿acaso el Municipio de Fiambalá no estaba sin actividad desde el 24 de diciembre 2024 hasta el 06 enero 2025?). Lo cierto es que fue “sin anestesia y sin piedad”, como quien dice, sin darle a los trabajadores que apenas si alcanzaban una suma que rondaba entre los 130.000 y 150.000 $ mensuales, la posibilidad de prepararse para el cachetazo porque a partir de enero ya no cobrarían lo que percibían, firmando una simple y escueta planilla en la secretaría de hacienda (cuestionable legalmente, por cierto) por todo concepto, sin ninguna constancia para el empleado circunstancial, conforme ellos mismos manifiestan.

Antes, si mal no recuerdo, estaban bancarizados, y ahora no, ¿por qué? Y me cabe la pregunta, ¿hasta qué punto es legal un contrato de trabajo tipo todo terreno, o para lo que o dónde se lo necesite? ¿Hay algún seguro para el empleado en caso de un accidente en el cumplimiento de la labor, ya que no tiene obra social ni aporte jubilatorio? ¿Hay un reglamento de prestación de servicios, donde consten los derechos y obligaciones de ambas partes?.

Porque a prima facie todo parece un contrato leonino, donde la patronal (Municipalidad) impone todas las condiciones y el pobre trabajador que termina cobrando una miseria, está a la de Dios para no cruzarse con un funcionario o empleado jerárquico que lo amenace con cortarle el contrato de una y soporta hasta lo insoportable con tal de no perder el beneficio. Esto no es nuevo, es cierto, viene de años y de diversas gestiones, pero deben tomarse las medidas con tacto sin menoscabar la dignidad y derechos de los trabajadores, con respeto, como se observa a prima facie, no tratándolos como elementos “descartables”, con total carencia de sentido humanitario.

Y si a ello, le sumamos, que hay Becados que hoy ya sobrepasan los cuarenta años, y hasta rondan los sesenta, con más de VEINTE AÑOS de BECADOS, ¿no les parece a ustedes que ya tienen el derecho ganado de estar en una planta permanente, o por lo menos, de estar contratados? Porque si se los tomó por Beca es por algo, por alguna necesidad, generalmente municipal o de alguna institución adónde andan rebotando, hoy en día, los pobres hombres y mujeres, “dignos trabajadores, hijos de Fiambalá y pueblos del norte, con familias, con hijos, muchos pequeños, con problemas de salud, la escolaridad que se avecina y obligaciones propias de llevar un hogar, ante la economía cada vez más difícil en cada familia.

¿Acaso no se debería haber hecho esto con antelación, buscando una salida laboral decorosa, con proyectos de tipo cooperativas de trabajos, emprendimientos productivos, turísticos, Etc. que les permita mejorar sus ingresos, con el acompañamiento temporal del municipio, hasta desvincularse de a poco del Municipio?

¿Qué ser humano, vecino Intendente, Concejal, Funcionario o quien sea, no entiende esto? Siempre hay ideas aplicables para mejorar la calidad de vida de los fiambalenses en general. Pero para eso hay que escuchar. La única manera de no entenderlo es no poniéndose en el cuero de quien sufre o padece necesidades, nuestro pueblo es humilde, no todos gozan de la gracia del comercio o el turismo en ascenso, señores, mucha gente necesita una ayuda y hoy más que nunca, en que nada es fácil.

Sin embargo hoy también acaban de recibir nuestros vecinos, (porque aquí todos nos conocemos, sabemos de dónde venimos y como somos, no lo olvidemos) sin previo aviso que después de tantos años de trabajo, de madrugar, de soportar fríos y zondas, de un día para el otro, ya no cobrarán la BECA PORQUE ACABAN DE SER DESAFECTADOS POR LAS BENDITAS RESOLUCIONES MUNCIPALES NROS: 1 Y 2/25 (la notificación debería haber sido por escrito y con antelación, algo que da seriedad a una gestión municipal.

Debemos entender que los trabajadores y becados no son números ni votos, son personas, son seres humanos y merecen ser tratados como tales) (¿Acaso el municipio no cuenta con abogado y personal idóneo que de viso de legalidad digna a la desafectación gradual?)                                                            

Se habla de REEMPADRONAMIENTO

De esto y de aquello, a achique presupuestario ( si de eso se trata, baje primero la carga de funcionarios ineptos y gastos superfluos del municipio) que más suena a excusas para alejar a los que no están de acuerdo con una gestión municipal, que nada tiene que ver con la ideología política de un radicalismo desconocido que siempre se caracterizó por el sentido de la equidad y la sensibilidad, como también lo hicieran los representantes del peronismo maduro, porque siempre, de una manera u otra, se PENSÓ COMO PUEBLO, buscando la unión y el beneficio para todos, pese a nuestras diferencias ciudadanas, algo lógico por el hecho de vivir en democracia.

Si entre nosotros nos perjudicamos como pueblo, ¿qué ejemplo dejaremos para los que vendrán? Ya estamos perdiendo la tierra y el agua, ¿la dignidad y la esperanza de nuestros habitantes también debe ser destruida, pisoteada por cualquiera?

Hay desazón, hoy en día, en los hogares del distrito de Fiambalá y ante todo, una desilusión profunda como nunca se viera, al no comprender la medida que perjudica a los casi SEISCIENTOS Y PICO DE HOGARES FIAMBALENSES, ya que este enero de nuevo año (que debería ser de esperanza y alegría) no pudieron ayudar a los reyes magos porque desde La Municipalidad de Fiambalá se decidió cortarles las becas y contratos a padres y madres. Muchos de ellos son jóvenes, con hijos, personas mayores enfermas y hogares que sostener, en la peor época del año, sin previo aviso, como dijera anteriormente.

Este argumento no es para amparar a quienes no trabajen o no cumplan con sus tareas como corresponde, no confundamos el reclamo, pero sí para elevar la voz requiriendo se considere a quienes realmente trabajan con denuedo y responsabilidad, sin privarles de la esperanza y la alegría que todo hijo de la tierra fiambalense merece como persona y, fundamentalmente, como SER HUMANO y CRISTIANO. Si no, ¿de qué vale decir que creemos en Cristo y Nuestra Sagrada Virgencita del Valle?

DESDE LA UNIÓN VECINAL AUTÓNOMA (“UVA”)

Como grupo solidario y comprometido con el pueblo, sin ningún otro interés que crear conciencia y ayudar, levantamos la voz en nombre de todos los afectados, como fiambalenses que hoy padecen el desamparo de no contar ya con LA BECA que, aunque escueta y denigrante, aún así, refuerza la olla en cada hogar de los trabajadores, contribuyendo humildemente a una cuota de esperanza y dignidad para los hogares que hoy se ven afectados.

ESPEREMOS, Intendente y Concejales de Fiambalá, que prime el sentido común, que no nos olvidemos de ponernos en lugar del que sufre, del que padece hambre, del que tiene un abuelo enfermo o un niño con dificultades. La mayoría hemos tomado mate cocido con yuyo, más de una vez, desde pequeños, no lo olvidemos, por favor.

Demasiados problemas existen ya, para sumarles la desocupación en cada hogar de los becados fiambalenses.

DIOS AYUDA, SI AYUDAMOS.

María Cecilia Ferrer            Marta Inés Carrizo         Guillermo Antonio Fernández, DNI:14652414

Vecinos integrantes de la Unión Vecinal Autónoma “U.V.A.”

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