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En el mes de Tinogasta, los tinogasteños cuentan porqué «aman esta tierra de viñedos y esperanza»

Un 'copacabanense' dice que le enseñó a su esposa e hija como se preparaban las empanadas y el locro 'tinogasteño'

En estos primeros programas de ‘Mañana Improvisada’ de lunes a viernes 9.30 a 12, y en el mes de los 311 años de Tinogasta, seguimos hablando y escuchando historias de nuestro pago.

Este lunes 5 entrevistamos a Eduardo Ramón ‘negro’ Alanis, ‘copacabanense’ que reside hace unos 40 años en Río Gallegos, Capital de la Pcia. de Santa Cruz. “Viví junto a mi madre soltera y mi hermano mayor en el barrio ‘El Hueso’, que en realidad se llama ‘La Candelaria’ y éramos pobres, no teníamos casa propia. Mi madre nos crio con mucho esfuerzo y con ayuda de los vecinos que nos prestaban un lugar para vivir, por eso estábamos de un lado a otro y así fue que, con el paso de los años, mi hermano, se fue al sur, por un vecino de Banda de Lucero, que se había ido hacía varios años y formó un club de fútbol y le ofreció a mi hermano llevarlo porque jugaba bien y aceptó la propuesta. A los 2 años de haberse ido, me propuso a mí llevarme y medio que me costó dejar a mi vieja y los amigos, pero la cosa ya no daba pese a que yo trabajaba en una finca, mi hermano me decía acá se gana más y por eso decidí irme con todo el dolor que eso significaba”, contó.

También se refirió que, ya instalado en Río Gallegos, entró a trabajar en la empresa de petróleo YPF y que cuando llegó la década de 1990 de las privatizaciones en Argentina, fue uno de los que perdió el trabajo y por varios años estuvo haciendo tareas de albañil ayudante, hasta que pudo ingresar en una empresa minera, donde tuvo la suerte dijo, de ser nombrado supervisor, por lo que se le facilitaron las tareas hasta lograr el beneficio de la jubilación. Hoy, realiza su trabajo particular de taxista.

Cuando fue consultado sobre que significa Tinogasta, expresó: “Y… Tinogasta, en mi caso mi pueblo Copacabana, es siempre el deseo de volver a visitar a los amigos, a la vecina donde para cada vez que vengo con mi familia, aunque hoy estoy viudo, juntarme con los changos del fútbol, salir al campo y andar en los festivales de los pueblos, eso me gusta y le hice conocer a mi hija que se quedó encantada con estas tradiciones. Acá (Río Gallegos), vivo hablando de Copa y Tinogasta, es inevitable. Cuando vivía mi esposa, le enseñé como se hacían las empanadas y el locro, aprendió rapidísimo las recetas. Ahora es mi hija, las que las prepara y son con el mismo sabor. Eso es lo que hago recordando al pago y para tenerlo siempre presente”, cerró.

Fuente: Programa Mañana Improvisada emisión días lunes a viernes 9.30 a 12 hs. Radio La T 97.9 Mhz. 

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