Caso Loan: A 10 días de la desaparición de Loan
Arrancó como una desaparición simple, pero luego de demoras en pistas del rastrillaje en los campos de 9 de julio, así como de los autos, la hipótesis viró a una trama que ahora involucra a familiares, una empleada municipal, un militar retirado y hasta el comisario del pueblo.
La desaparición de Loan Danilo Peña, el nene de cinco años que fue visto por última vez el pasado 13 de junio en el parador correntino 9 de Julio irrumpió en la agenda nacional.
El caso comenzó con una hipótesis de desaparición, pero viró a una trama que ahora involucra a familiares, una empleada municipal, un militar retirado y hasta el comisario del pueblo.
La desaparición era hasta el miércoles pasado la teoría de la investigación, que puso en marcha la búsqueda a contrarreloj de efectivos de la fuerza de seguridad en las 12 mil hectáreas que rodean la casa de Catalina Peña, la abuela de Loan, en el paraje Algarrobal.
De acuerdo con las declaraciones de los primeros tres detenidos -bajo la figura de abandono de persona- Bernardino Benítez, Daniel Ramírez y Mónica del Carmen Millepi, el niño salió con sus primos y ellos a buscar naranjas y, en un momento, el chico desapareció, cerca de las 14.20. El relato coincidía con el que hicieron los tres menores que los habrían acompañado.
Aunque esa hipótesis comenzó a debilitarse con el paso de las horas cuando se encontró un botín de fútbol, que la familia reconoció, y fue el indicio más fuerte sobre los supuestos pasos de Loan sobre la vegetación del monte. También se encontraron huellas, materia fecal y rastros de vómito, que se estaban analizando. Sin embargo, los canes de la Policía Federal (PFA), que siguen rastros odoríficos, no se apartaron de la propiedad de la anciana de 87 años, aunque el naranjo al que se habrían dirigido los niños queda a unos 600 metros.
Por ello, la PFA comenzó a seguir otras líneas. En ese momento, se sumó al expediente Guillermo Barry, titular de la Unidad Fiscal de Recepción y Análisis de Casos (UFRAC). A una semana de la desaparición, todavía estaban pendientes pericias claves: barrido de antenas de celulares, el análisis de los dispositivos secuestrados y las pruebas de luminol en dos vehículos secuestrados.
Ante el desconcierto y sospechas en torno a un rapto vinculado a la trata de personas, el fiscal federal de Goya, Mariano de Guzmán, solicitó la colaboración de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), a cargo de Alejandra Mangano y Marcelo Colombo.
Durante la búsqueda apareció foto clave, donde se puede ver al pequeño, en el almuerzo, rodeado en la mesa por siete adultos. Cinco de ellos eran personas ya conocidas: José Peña, su papá; Catalina, su abuela; Benítez, su tío; y una pareja amiga: Millapi y Ramírez. Pero reveló dos nuevos actores: Carlos Pérez, capitán de navío de la Armada retirado; y su esposa, María Victoria Caillava, ahora, ex funcionaria municipal. Ambos fueron arrestados tras pericias odontológicas en sus dos vehículos, un Ford Ka y una Ford Ranger.
Tras las detenciones, surgieron interrogantes sobre la actuación del comisario del pueblo, Walter Maciel, ya que el policía habría sido el primero que fue advertido sobre la desaparición y se baraja la hipótesis de que podría haber “plantado” el botín del niño que se encontró en el barro, a pocos kilómetros de la casa de la abuela, con el fin de desviar la atención y generar la sensación que la búsqueda en el monte era la única posibilidad.
La nueva hipótesis que analizan es que la escena del naranjo haya sido montada para justificar la ausencia de Loan, mientras el matrimonio Caillava y Pérez llevaba al nene a Chaco y lo entregaba a alguna organización dedicada a la trata de personas o para su adopción ilegal. Por ello, la investigación se extendió a esa provincia, donde se realizan allanamientos.